López Miras ofrece una vicepresidencia y dos consejerías pero no la de Agricultura que exige Vox

El PP de Murcia acepta que Vox entre en el Gobierno regional y así evitar nuevas elecciones. Pero ahora el pulso se traslada a las consejerías que asumirían los de Santiago Abascal, que reclaman tres y una de ellas Agricultura. En cambio, el PP ofrece una vicepresidencia con competencias en Interior, Seguridad y Emergencias, y una consejería de Fomento. La pelea por Agricultura, a la que ninguno de los dos quiere renunciar, está vinculada a las competencias del Mar Menor que ambos reclaman.

La Región de Murcia está más cerca de tener nuevo Gobierno, con Fernando López Miras de nuevo al frente, de lo que ha estado en los últimos tres meses. El anuncio del PP este viernes de que levantaba el veto a la entrada de Vox en el Ejecutivo regional vuelve a hacer posible un acuerdo de investidura. Acuerdo que aún no está, ni mucho menos, cerrado, ya que ambas formaciones abren ahora un turno de negociaciones para configurar cómo se dará esa entrada de Vox a un gobierno de coalición.

El principal escollo, al margen de que los de Abascal exigen tres consejerías -o dos y una vicepresidencia- es Agricultura. Cartera irrenunciable para Vox en la que quieren incluir las competencias sobre Mar Menor, a las que el PP se niega también a renunciar.

Para no perderla, el PP ha lanzado una oferta casi irrenunciable para Vox: dos consejerías, una con rango de vicepresidencia para José Ángel Antelo con competencias en Seguridad, Interior y Emergencias. La segunda, la de Fomento, una de las que más presupuesto maneja, pero en la que no hay atisbo de dejar huella ideológica. «El PP considera que es una propuesta con lo que se podría alcanzar un acuerdo», advierten los de López Miras en un comunicado.

Agricultura

«Creemos importante que Vox esté en el gobierno con tres consejerías, una de ellas la de Agricultura, donde entendemos que podemos aportar un gran valor añadido en esta nueva etapa», señalaba José Ángel Antelo minutos después de conocerse este viernes que el PP se abría, por primera vez, a incluirles en un gobierno de coalición en Murcia.

Así, entre las exigencias que plantea Vox, los de Abascal reclaman esa consejería de Agricultura. Pero no una consejería menor o desdibujada en el organigrama del Ejecutivo murciano, sino una cartera plenipotenciaria en competencias relacionadas con el campo y el medioambiente. En ella se incluiría el control de las políticas sobre el Mar Menor.

Mar Menor

No es una exigencia menor: las políticas medioambientales que afectan a la grave crisis ecológica en la que está inmerso el Mar Menor desde hace años han marcado en la última legislatura, y de forma determinante, la agenda y la acción del Gobierno de López Miras.

El del Mar Menor es además un tema prioritario para la opinión pública de la Región, ya que del futuro de él depende el turismo y la economía de miles de familias. Un motor de votos, tanto para bien como para mal. El PP no cederá fácilmente el control sobre esas políticas. Último escollo a la vista en las negociaciones.

De hecho, tanto PP como Vox «difieren» en las políticas sobre el Mar Menor. Así lo escenificaron apenas unas horas antes del anuncio de López Miras, cuando Vox votó en la Asamblea regional contra el decreto que prorrogaba la moratoria urbanística en el Mar Menor.

Ahora, a falta de apenas una semana para que el próximo 7 de septiembre finalice el plazo para que se convoque un nuevo pleno de investidura, que de no ocurrir abocaría a la Región de Murcia a unas nuevas elecciones, la situación toma otro cariz. Pero todo está aún por escribir.

El camino hasta este punto no ha sido fácil, pero ambos partidos han retomado los contactos esta semana. El anuncio de López Miras también se produce apenas día y medio después de que tanto él como otros dirigentes del PP nacional cenasen en Madrid con altos cargos de Vox. Sobre la mesa, posibles soluciones al bloqueo. En esa cita no se llegó a ningún acuerdo y, al menos desde Vox, se entendió que el pacto estaba «lejos». Pero el giro de López Miras al aceptar la entrada de los de Abascal lo cambia todo.